El recuerdo que produce cada vez que se revive un evento desagradable, una situación dolorosa o un incidente molesto torna los pensamientos en un equipaje pesado y difícil. Impregna de reproches y sentimientos que amargan y contaminan las nuevas experiencias limitando e impidiendo a la persona la posibilidad de sentir alegría, paz y felicidad.
La realidad es que la vida se pasa más rápido de lo que la persona que retiene el dolor cree. Desafortunadamente, pierde gran número de oportunidades, enfrasca su dolor e impide que el tiempo pueda liberar el malestar. Como resultado, se vive con resentimiento, rencor, tristeza y mucha soledad. Es casi como estar abriendo constantemente una herida y no dejarla cicatrizar jamás. Poder limpiar los malos entendidos y superar los sentimientos negativos es la mejor receta para recuperar el bienestar y la tranquilidad.
El resentimiento sólo envenena el alma, casi es como tomar veneno y esperar que la otra persona se muera.
La receta:
Ingredientes para poder vivir mejor:
1 taza de responsabilidad, dejar la culpa y el sentirse víctima
2 cucharadas de valor para perdonarse y perdonar, para seguir adelante
Raspadura de esfuerzo, determinación para superar el orgullo
1 manojo de reconocimiento del cariño, de la importancia de vivir bien
1 pizca de ojo noble, cambiar el foco de atención y buscar un punto positivo
1 sobre de perdón y cariño, para reparar el daño y el dolor.
Modo de preparación:
1. La vida se pasa demasiado rápido para desperdiciarla en cosas que no llevan a nada. El tiempo y el esfuerzo personal son valiosos, por lo que es primordial aprovecharlos al máximo y evitar colocarlos o quedar pegados a aquello que no lleva a ningún buen resultado.
2. Elegir un sentimiento positivo facilita encender una llama constructiva. Sustituir los sentimientos negativos que recubre la oscuridad del corazón y el malestar del alma, permite seguir adelante, con gusto y sin reproches.
3. No se puede cambiar lo que ya sucedió, pero sí se puede determinar qué actitud se debe tomar. Ciertamente, es más difícil permanecer positivo cuando pasan situaciones difíciles o dolorosas; pero cuando se deja ir al enojo, la ira y al resentimiento, el más beneficiado es uno mismo.
4. Aprender a perdonar y perdonarse es el secreto más valioso. Recordar que nadie es perfecto y que es de humanos equivocarse. Aprender a tener compasión y comprensión libera el alma y ayuda a vivir con un mejor sabor.