sábado, 27 de septiembre de 2014

La ética en el ejercicio profesional de la psicología


La ética en el ejercicio profesional


El psicólogo debe estar consciente de sus recursos y limitaciones y de los principios éticos, debe plantearse cuestionamientos éticos y filosóficos para que el psicólogo asuma su responsabilidad social entre estos cuestionamientos están: 
• ¿Cuál es mi concepción del hombre, del mundo, de la sociedad? y ¿Cuáles son mis principios y mi jerarquía de valores?
Estas preguntas se plantean para que el psicólogo tome conciencia de una serie de premisas, ideas, prejuicios, opiniones y actitudes que posee y el responderlas le permitirá actuar de manera más honesta, autentica y congruente y debe contar con la capacidad para establecer relaciones afectivas profundas que promuevan el desarrollo individual y social por eso es importante que se hagan las siguientes consideraciones en su proceso de relación interpersonal, Berman y Lief señalan 3 dimensiones: poder, intimidad e inclusión y exclusión. 
Biro señala que cuando el psicólogo no tolera sus afectos los maneja mediante la identificación proyectiva por lo que se debe preguntar qué tan satisfechas están sus necesidades básicas, ya que en el ejercicio de su profesión corre el peligro de usar al otro para cubrir, tapar o negar sus carencias internas. 
Varios autores han cuestionado el tema de los valores éticos.
Rodríguez “La postura que se adopta frente al mismo depende, en gran medida, del modo de ver y valorar las cosas de la posición ideológica”.
Lafarga “Son modelos de rol, son modeladores de conductas, no tanto por lo que dicen y pretenden hacer sino porque realmente hacen y son, como hombres y como profesionales, su comportamiento ejerce una profunda influencia en todas sus actividades, su eficacia en el ejercicio profesional depende tanto de la calidad científica y técnica como de la correspondencia entre los valores y motivaciones que rigen su actividad”
Bonner “Los valores son al mismo tiempo preferencias o actitudes personales y normas o imperativos culturales”.
Es necesario que el psicólogo dominicano cuente con un sistema de valores claro y explicito no solo personal sino también como profesional. Es indudable que el psicólogo tiene un deber, un compromiso y una responsabilidad con la sociedad, mas no debe utilizar su tecnología para fines de dominio, sometimiento o narcisismo profesional. El psicólogo debe ser honesto y respetarse a sí mismo y los demás.
 American Psychological Association en 1967 que comprende 19 áreas:
1. Responsabilidad
2. Competencia
3. Normas morales y legales
4. Tergiversación de la información
5. Declaraciones públicas
6. Confidencialidad 
7. Intereses de clientes
8. Relaciones con clientes
9. Servicios impersonales 
10. Publicidad sobre servicios
11. Relaciones interpersonales
12. Honorarios
13. Protección de los test
14. Interpretación de los test
15. Publicación de los test
16. Precauciones en la investigación
17. Créditos en las publicaciones
18. Responsabilidad hacia la organización
19. Actividades promocionales
En 1964, el Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana publico un folleto con las Normas Éticas para el psicólogo:
Sirven de normas para la solución de problemas que se presentan en las relaciones del psicólogo con sus clientes, con otros psicólogos y con el público en general, el psicólogo debe reconocer que como hombre está sujeto a la ley natural.
Principios Generales
Art. 1 La función del psicólogo: es prestar servicios a la humanidad. Hombre honrado perito en su ciencia y experto en el arte de aplicarla a los demás hombres y cuidar el aspecto mental de sus pacientes, porque cualquier error tiene repercusiones en la vida de los clientes.
Art. 2 La responsabilidad del psicólogo: su objetivo es el bien de los seres humanos. Dedica su vida a la solución de los problemas de sus semejantes para lograr su buena adaptación y salud mental. Debe compartir lo que aprende y descubre con sus colegas de todo el mundo.
Art. 3 Obligaciones de los grupos.
Art. 4 Remuneración por servicios profesionales: los honorarios deben limitarse a las actividades prestadas al cliente y deben hacerse en la forma y la cantidad anunciada.
Deberes de los psicólogos con sus clientes
Art. 6 Cualquier hombre debe ser considerado como normal mientras no se pruebe lo contrario.
• Ciencia: el primer deber con el público es el estar en posesión de la ciencia necesaria dentro de su campo para resolver los problemas que se le presentan.
• Respeto: la persona humana merece dignidad incomparable:
o Prohíbe usar técnicas que la atropellen
u Obtener con engaño o violencia el consentimiento del cliente
o No buscar mayor conocimiento que el que sea necesario.
• Secreto profesional
• El psicólogo examina clientes enviados por una escuela o corporación y actúa como agente de la corporación o escuela porque hay un convenio implícito o explicito con el cliente de que el reporte se le debe enviar a la corporación o escuela
• Uso de las pruebas psicológicas: los resultados entregados a los sujetos, padres o tutores con un lenguaje comprensible.
Deberes de los psicólogos con la profesión

Art. 7 El psicólogo debe defender la dignidad y el honor de su profesión
Art. 8 El psicólogo debe salvaguardar la profesión en contra de los que se presentan características morales deficientes o educación inadecuada.
Art. 9 El psicólogo debe también exponer públicamente sin miedo la conducta corrompida o incompetente de otros miembros de la profesión.
Deberes de los psicólogos con los colegas
Art.10 El psicólogo no debe atender profesionalmente a los miembros de su familia, es necesario que dependa de sus colegas para estos servicios.
Art.11 No debe aceptar condiciones de trabajo que afecten su independencia profesional
Art.12 el psicólogo debe estar dispuesto a ayudar a sus colegas en la profesión.
ü violaciones tomadas como modelo por: Herrera y Lichrszajin (1979) sobre normas éticas de los psicólogos, publicada por la APA EN 1967
de los incidentes recibidos y analizados 12% se referían a preocupaciones éticas relativas al uso de pruebas psicológicas y a la interpretación de los resultados, 34% al ámbito de la incompetencia profesional, ya fuese personal o de colegas de los que tuvieran conocimiento, 8% a relaciones ambiguas entre terapeuta y paciente, 16% a relaciones sexuales y hostigamiento sexual de psicólogos con pacientes y estudiantes, 1% se referían a requerimientos indebidos en el pago de honorarios, 23% a aspectos académicos y científicos, desde la enseñanza de técnicas psicológicas a no psicólogos hasta el plagio en publicaciones, 5 % a la confidencialidad y 1% a cuestiones culturales.

 Biro, 1979
Lafarga ( 1979),
Bonner ( 1970),
Rodríguez ( 1979
Señala que cuando el psicólogo no tolera sus afectos los maneja mediante identificaciones proyectivas en sus clientes, dando lugar a un manejo sádico de la profesión, por lo que se debe preguntar qué tan satisfechos están sus necesidades básicas, ya que en el ejercicio de su profesión corre el peligro de usar al otro para cubrir, tapar, y negar sus carencias internas. Debe preguntarse también con qué sentido de honestidad, conciencia y responsabilidad maneja el poder que le da la información que posee de sus clientes, en tanto que es una herramienta con la que se puede destruir o construir, Buscar las respuestas es una responsabilidad del profesional de la Psicología.
Señala que los psicólogos, en cualquier sociedad, por la naturaleza misma de la profesión, son modelos de rol; son modeladores de conductas, no tanto por lo que dicen y pretenden hacer, sino por lo que realmente hacen y son, como hombres y como profesionales. Su comportamiento ejerce una profunda influencia en todas sus actividades, que puede ser benéfica o nociva dependiendo del grado de congruencia que exista entre los valores explícitos en su práctica y las motivaciones que orientan su comportamiento como profesional y como persona. Su eficacia en el ejercicio profesional depende tanto de la calidad científica y técnica como de la correspondencia entre los valores y motivaciones que rigen su actividad.
Da la siguiente definición: Los valores son al mismo tiempo preferencias o actitudes personales y normas o imperativos culturales. Como preferencias personales o actitudes, se encuentran profundamente enraizadas en las necesidades del individuo. Como imperativos culturales se refieren a las presiones y normas, que hacen que la vida diaria del hombre sea eficiente y satisfactoria, si han sido adecuadamente asimiladas e internalizadas.

Señala que todo quehacer está influido por la filosofía particular con respecto a la naturaleza del hombre y la postura que se adopta frente al mismo depende, en gran medida, del modo de ver y valorar las cosas, de la posición ideológica y el modelo conceptual con el que se identifique. Si se considera que en las ciencias del hombre el objeto de estudio es el hombre mismo, la preocupación se hace aún más relevante, ya que trabajar con personas, independientemente del método que se utilice, sin contar con una clara jerarquía de valores sólo conduce al caos y a la contradicción interna, en virtud que un método concreto puede ser aplicado en diversos contextos para distintos fines con muy diferentes actitudes.

Lafarga plantea que el problema está en que los valores de un individuo o de una sociedad, que son el sustrato o fundamento de las normas, las leyes y los significados, no siempre, ni necesariamente, coinciden con la motivación que determina la conducta de ese individuo o de esa sociedad. De aquí se desprende el cuestionamiento sobre la jerarquía de valores, sociales y profesionales, que debe tener el psicólogo. Nieto (1979) se pregunta si tales valores se deben adoptar de los grupos sociales mayoritarios del país, así como los universales propios del género humano.
El psicólogo se había visto obligado a ejercer su criterio de acuerdo con un código ético personal, lo que por desgracia ha dado lugar a charlatanería y abuso del status profesional. En consecuencia, es necesario que el psicólogo mexicano cuente con un sistema de valores claro y explícito no sólo personal sino también como profesional. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los esquemas de valores representan lo más íntimo y particular de cada individuo como son sus creencias y la manera de sentir y percibir sus experiencias y las de otros seres humanos.




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